Un compañero de piso de Nueva York llega a casa sudado después de una brutal sesión de gimnasio. Su enorme trasero aún está energizado por el entrenamiento, estirando bien esos shorts. Al entrar, encuentra a alguien tirado en el sofá; está demasiado excitado como para notar mucho más. ¡Maldita sea, el gimnasio le sentó bien! Ahora, veamos qué pasa. Se desnuda, listo para ducharse, pero la cosa se pone muy caliente enseguida.