De camino a casa, vi a una sexy transexual morena haciendo autostop. Me detuve y subió, ofreciéndome una oferta irresistible: que me llevara. No me pude resistir. Se desnudó, dejando al descubierto una polla dura y un culo prieto listo para penetrarla. Me la follé en el asiento trasero, sus gemidos resonaban mientras le penetraba el culo. Movimos el coche, su polla rebotando con cada embestida. Me corrí profundamente dentro de ella, sintiendo cómo exprimia cada gota. Se tomó una selfie muy guarrilla, con el semen goteando de su enorme agujero. Dando o cu nunca se sintió tan bien.
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