Antes de ir al cine con su hombre, esta chica se escapa con su fornido padrastro de 46 años para echar un polvo a pelo en el baño. Él la inclina y la deja sin aliento en un apasionado revolcón casero a cuatro patas. Es guapa, parece joven y se nota que le encanta esa polla gorda, gimiendo como loca hasta que él se corre dentro de ella. Un polvo guarro y duro antes de la cita, justo como a ella le gusta.