La prometida de mi amigo tiene las tetas más grandes que he visto en mi vida, completamente naturales y rebotando como una loca. Me invitó a su casa para relajarme, pero no podía concentrarme en nada más que en su enorme pecho. Me excitó muchísimo, con un top escotado, y su culo perfecto se mecía al moverse. Me pilló mirándola, me guiñó un ojo, y ahí fue cuando la cosa se puso fea. Empezó a juguetear con sus enormes tetas naturales, haciéndolas vibrar y rebotar. Se me puso tan duro que pensé que iba a explotar. Se rió, sacó mi polla y la rodeó con esas tetas gigantes. Le follé las tetas como si no hubiera un mañana y luego le eché toda la leche por todo el pecho. La hora amateur se convirtió en un sueño hecho realidad.