La erección matutina es una putada, pero esta chica lo tiene controlado. Agarra su pequeño y feo vibrador, lo sube al máximo y se lo desliza contra el clítoris. Su coño ya está húmedo de los sueños de sexo al despertar. Se acaricia el clítoris, rodeándolo hasta que se retuerce. Luego, se lo mete de lleno, follándose su estrecho coño hasta que gime, maldice y ruega por correrse. Cuando por fin se suelta, es una explosión de mierda, dejándola sin aliento y sudorosa, lista para afrontar el maldito día con una sonrisa. ¿Orgasmo vaginal?