Dos modelos lesbianas, ardientes, se dirigen a Ámsterdam para unas vacaciones salvajes. Tras un día explorando la ciudad, están cachondas como la cuba. De vuelta en el hotel, sacan un consolador doble enorme, ansiosas por sentir cada centímetro de su cuerpo. Desnudándose, empiezan a besarse, con sus lenguas bailando mientras sus manos exploran sus curvas. Una modelo se tumba, abierta de piernas, invitando a su amiga a deslizar el enorme juguete hasta el fondo de su coño húmedo. Gimiendo de placer, encuentran su ritmo, follándose con el consolador, mientras sus cuerpos se retuercen al unísono. La habitación se llena con el sonido de su intenso sexo y sus conversaciones guarras, creando una inolvidable aventura en Ámsterdam.