Después de invitar a mi atractiva compañera de clase a una sesión de estudio, la cosa se puso interesante. Esta amateur, con su cuerpo delgado y sexy, no pudo resistir la tentación. Dejamos los deberes y pasamos directamente a lo bueno. Se arrodilló y me hizo una mamada descuidada y sin censura que me dejó boquiabierto. Luego, la doblé a cuatro patas y la follé duro y a pelo en una sesión de porno casero que no olvidaremos. ¡Dios, qué caliente estaba! Sus gemidos resonaron por toda la habitación mientras ambos alcanzábamos un clímax alucinante. Joder, esto era mejor que cualquier sesión de deberes.