Despertar con una milf rubia de verdad, en medias, limpiando mi habitación, fue un sueño hecho realidad. Esta zorra amateur llevaba un disfraz de cosplay sexy, nada que ver con el porno casero que solía ver. Era una puta diosa, inclinada sobre el polvo, ofreciéndome una vista perfecta de su enorme trasero. Me froté los ojos para asegurarme de que no estaba alucinando. Joder, iba a ser una buena mañana. Se me puso la erección al instante, listo para aprovechar al máximo este despertar inesperado.