El castigo nunca había sido tan salvaje. El profesor se desnuda y se une a tres estudiantes cachondos para un cuarteto apasionado. Los pupitres se ensucian, las bocas se llenan y las gargantas reciben una paliza. Las reglas de castigo son una locura: tragarse hasta la última gota de semen o quedarse después de clase. Supongo que estos afortunados están suspendiendo a propósito. Mamadas, sexo oral y tragar semen: este no es el típico especial extraescolar.