Una amateur guarrilla se sube a un taxi falso, con poco dinero, pero con ganas de pagar. El taxista no se queja, sobre todo cuando empieza a rebotar en su polla como si fuera su maldito trabajo. Una follada sudorosa lleva a orgasmos explosivos y una corrida final que te dejará sin aliento. Porno real en su máxima expresión, justo en el asiento trasero de este taxi guarro.