Dos aficionadas al deporte, muy guarrillas, no pueden contener la emoción durante el partido de críquet. Estas zorritas cachondas empiezan a frotarse sus coños húmedos, mientras sus gemidos son ahogados por la multitud que las anima. Se tocan disimuladamente, con los vaqueros tirados a un lado, escondidas bajo una manta en las gradas. ¡Joder!, estas chicas están que arden, con el clítoris hinchado y a punto de explotar. Es un desastre, sudoroso e intenso, igual que el propio partido.