Ella dijo solo 5 minutos, pero él tenía otros planes. Agarró su cámara, listo para filmar a esa zorra amateur atragantándose con su polla. Ella empezó a chupar, pensando que terminaría rápido, pero él la dobló a cuatro patas y luego la hizo montarlo a lo vaquera. Polvo casero en su máxima expresión: ella gemía, él gemía, y el reloj marcó 30 minutos antes de que finalmente se corriera.