Mi casa estaba hecha un desastre, pero no me molesté en limpiarla. Por suerte, la nueva empleada del hogar era una amateur morena y sexy, con un cuerpo casero y un culo voluptuoso. Se agachó para limpiar el polvo, y se acabó la partida. Le ofrecí una propina especial, y pronto estaba gimiendo mientras la follaba ahí mismo en el sofá. Nada de fantasías, solo sexo casero y a pelo. Su sexy culo botaba mientras me montaba, con su pelo castaño ondeando. Fue una aventura de lo más excitante en mi piso. Acción amateur pura en su máxima expresión.