A esta belleza colombiana tetona le encanta el fútbol, pero es un desastre. Su entrenador, un veterano y entusiasta, aficionado en el mejor de los casos, ofrece clases particulares. Está decrépito, pero su polla no, le atraviesa los pantalones como un palo de portería. Tiene hambre de aprender, pero primero, tiene hambre de su polla. Con la ropa alborotada, las tetas rebotando, lo cabalga con fuerza. Polvo casero en su máxima expresión; esto no es un video deportivo, es sexo puro y duro. Sus gemidos resuenan mientras marca, demostrando que es una auténtica campeona amateur.