La morena amateur y guarrilla Chanel Camryn, la vecina, no puede apartar las manos del afortunado conductor. Le acaricia la polla hasta ponerla dura como una piedra, y luego la rodea con los labios para una mamada cachonda. Chanel no ha terminado; la pequeña traviesa se sube encima, cabalgando esa polla gruesa como una estrella porno.