Ella estaba relajada en el sofá, con el culo al aire, cuando de repente, una polla se le metió en el culo. ¡¿Qué demonios?! Jadeó, se dio la vuelta, con los ojos abiertos por la sorpresa anal. Él sonrió, sabiendo que le encantaba que le metieran por el culo. Su polla gruesa le ensanchó el estrecho ojete, haciéndola gemir. La estaba follando hasta el fondo, su enorme culo se estremecía con cada embestida. Hundió la cara en los cojines, gritando de placer. Él se retiró, eyaculó una buena cantidad, con el semen reluciente en el culo. ¡Una sorpresa anal épica!