A la enfermera Jenny le encanta su trabajo, sobre todo cuando su paciente es un semental tatuado como Mike. Le revisa las constantes vitales, pero sus manos se demoran, deslizándose hacia su pene. Mike observa en primera persona cómo lo acaricia, con sus habilidades amateurs volviéndolo loco. Le folla la mano como si fuera su coño mojado y luego se corre hasta dejarle los testículos secos. Esta enfermera sabe cómo curar a su hombre.