Acaba de pillar a su hombre engañándola, que le den a ese capullo. Es hora de recuperarse, está en el suelo, pero no fuera de combate. Mira sus curvas en acción casera, cabalgando a lo vaquera como si estuviera en un maldito rodeo. Esto no es ninguna tontería de estrella porno, es una auténtica amateur, una chica que verías en un bar. Una mamada brutal y descuidada da el pistoletazo de salida; tiene hambre de polla después de la pequeña polla de su ex. Se lo folló duro, como si estuviera enfadada con el mundo. La venganza es dulce, y el sexo es aún más dulce.