Chloe Temple, una pequeña diosa del sexo, entra pavoneándose y suelta la bomba: ya no es virgen. ¡Que empiece el juego! La agarro, la tiro sobre la cama y nos lo montamos como animales. Me chupa la polla como una profesional, con la cabeza en su punto. La volteo y la embisto a cuatro patas, su estrecho coño me agarra como un torno. Se sube encima, me cabalga a lo vaquera, su pequeño cuerpo rebotando como una loca. Volteándola de nuevo, la meto en misionero, sus gemidos llenan la habitación. ¡Una pasada!