¡Joder!, esta sesión de gimnasio se convirtió en un festín de sexo cuando mi amiga amateur, una buena chica, decidió entregar su coño apretado a todos los que sudaban. Esta zorra era pura belleza, y lo sabía. Los chicos hacían cola para un pedazo de ese culo tan dulce, cogiéndola en una escena interracial que pondría celosa a cualquier estrella porno. Lo aguantó todo, desde el sexo anal en el vestuario hasta ser penetrada en el press de banca. ¡Menudo entrenamiento!