Varadas tras un naufragio, estas rubias marineras amateurs ansiaban un buen polvo. En esta orgía en primera persona, dos piratas aprovecharon la situación y las rubias se metieron en esas pollas duras como profesionales. Sorbiendo pollas en un frenesí de mamadas llenas de lujuria, estas zorras costeras no pararon de chupar hasta que cada pirata derramó hasta la última gota de semen.