Se tumbó sobre la toalla, con el culo reluciente al sol, necesitando protector solar para sus curvas sensuales. Le aplico la crema, deslizando mis manos por su cuerpo amateur, deteniéndome en sus tetas. Sonríe, sabiendo adónde va esto. Mi polla ya está dura, lista para su acción casera de vaquera. Me la besa, me hace una mamada bajo el sol, antes de darse la vuelta, suplicando que la folle a cuatro patas.