Es la morena definitiva, una amateur guapa con encanto casero. Sus grandes tetas rebotan al entrar, pensando que está sola en casa. Lo que no sabe es que he vuelto a encender mi cámara, lista para tentarla a otra sesión de sexo. Se ríe al verme, siguiéndome la corriente. "Eres una pervertida", dice entre risas, pero ya se está desnudando, lista para darme un espectáculo. Su cuerpo firme es perfecto, y ella lo sabe. Provoca a la cámara y luego me cabalga como la pequeña traviesa que es.