Eliana Rose pensó que estaba sola en casa, el momento perfecto para un poco de amor propio amateur. Lo que no sabía es que su hermanastra mayor tenía otros planes. Acercándose sigilosamente, la pilló en el acto, pero a Eliana no le dio vergüenza, estaba excitada. Siguió una sesión de monta a lo vaquera, donde Eliana demostró sus habilidades de mamada antes de ser follada a lo perrito. La casa resonó con sus gemidos sucios, una tarde de placer tabú que no olvidarían.