La zorra pelirroja de la oficina me rogó un descanso, pero no sabía que en su lugar se tragaría mi polla. Esta zorra amateur creía que podría provocarme todo el día en el trabajo y salirse con la suya. Pero ni hablar, yo, el jefe máximo, tenía otros planes. La incliné sobre mi escritorio, bajándole las bragas para revelar ese jugoso culo de amateur, pidiendo a gritos ser follado. Metió mi polla palpitante hasta el fondo de su estrecho ojete. Ah, ¿y la mamada que siguió? Pura acción POV de estrella porno. Sabía cómo chupar una polla, eso seguro. Esta fue una aventura anal que no olvidaré.