Un cabrón furtivo lucha por ducharse con su cuñada y termina follándose su boca
La erección matutina es una putada cuando tu cuñada acapara la ducha. Entré a la fuerza, dispuesto a pelear por mi turno, pero ella solo sonrió, desnuda y chorreando. Lo siguiente que supe fue que estaba de rodillas, con la boca llena de mi polla. Supongo que los dos somos unos cabrones. Me la chupó con esa mirada inocente, luego se inclinó sobre el lavabo, suplicando que la pusiéramos a cuatro patas. Follamos duro, sus gemidos resonaban mientras se cepillaba los dientes con mi polla. ¿Vaquera? Listo. ¿Misionero con esas tetas rebotando? Claro que sí. Finalmente, volvió a caer de rodillas, tragándose hasta la última gota. La hora amateur nunca terminó.
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