Es una puta diosa, una belleza con un cuerpo que grita pecado. Se la chupó como una profesional, con los labios apretados alrededor de su miembro. Pero hoy me engaña, cabalgándome la polla como una vaquera salvaje. Rebotando, con las tetas en mi cara, gimiendo como la pequeña zorra que es. Luego se da la vuelta y me ofrece una vista espectacular mientras mete el culo en la posición de perrito. Joder, esta zorra sabe cómo cabalgar una polla. Ya no piensa en su hombre, es toda mía, y le encanta.