Follar su coño siempre es increíble, pero hoy anhelo algo diferente. Tiene esa vibra linda y sexy, siempre dispuesta al sexo anal. Deslizo mi mano por su muslo, sintiendo su suave piel hasta llegar a su estrecho culito. Sonríe, sabiendo lo que viene. Unas caricias en su clítoris, un poco de saliva para lubricar, y empujo dentro, sintiendo ese agarre demencial. Gime, despacio al principio. Su mano envuelve mi miembro, haciéndome una paja perfecta mientras la follo por el culo. Cada embestida es puro éxtasis. Este nuevo polvo lo es todo.