Malina Mars, una adolescente de apenas 18 años, sabe exactamente cómo hacer especial el Día del Padre de su padrastro. Empieza con una mamada matutina, con sus suaves labios envolviendo su gruesa polla. Él gruñe de placer, agarrando un puñado de su apretado culo. La cosa se intensifica rápidamente cuando la inclina, follándola duro y profundo. Esta no es una reunión familiar cualquiera. Es un festín de sexo duro y crudo, justo como a ambos les gusta. Los gemidos de Malina resuenan por toda la casa, su coño se estira para recibir cada centímetro de la polla de su padrastro. Es un día que no olvidarán.
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