Al llegar a casa, encuentro a mi hermanastra sola, relajándose en su habitación. Es una morena amateur, buenísima, siempre dispuesta a pasarlo bien. Entro, se queda atónita, pero cuando saco la polla, sabe lo que pasa. Se la mete en la boca y me hace una mamada brutal. Le encanta, chupándola con fuerza, con la saliva goteando por todas partes. La inclino, le doy duro en el coño, sus enormes tetas rebotan como locas. La doblo, follándome esas tetas, sacándolas, derramándola toda sobre ella. ¡Joder, sí!, la mejor tarde de mi vida.