Chloe Cherry, la bomba rubia, me cabalga como una profesional, rebotando, sus tetas respingonas me hipnotizan. No es solo una compañera de piso; es una puta diosa en la cama. Sus mamadas son perfectas, descuidadas y profundas, justo como me gustan. La inclino, follándola a cuatro patas, sus gemidos amateur me vuelven loco. Pero es cuando está en vaquera, con su pelo rubio cayendo en cascada, que me vuelvo loco, y me corro dentro de ella como un maldito volcán en erupción.