Es una belleza amateur, recién cumplida, que celebra el Día de la Mujer a su manera. Se cuela en el baño público, deseando llegar a casa. Se le caen las bragas, se mete los dedos, gemidos que resuenan en la cabina. Desatada en fantasías, necesita una polla dura en lugar de su mano. Cabalgando una polla imaginaria, te provoca lo suficiente como para correrse, tirando de la cadena del baño público.