Pillé a mi hermanastro nerd en plena acción, acariciándose la polla como un auténtico profesional. Ver su polla gorda y dura me palpitaba el coño. Metí un dedo, me agaché a cuatro patas y le rogué que me la metiera dentro. Me la taladró a fondo, sin importarle nada, solo sexo anal amateur. Se dio la vuelta y me hizo el misionero, estirando ese coño apretado. ¡Polvo casero en su máxima expresión! ¡Claro que sí!