En un motel mugriento, una transexual amateur y cachonda está de rodillas, chupando pollas como una profesional. No es ninguna estrella porno, pero su habilidad para las mamadas es increíble. El tipo quiere más, así que la dobla y le mete la polla hasta el fondo del ano. Las tomas en primera persona son una locura, haciéndote sentir como si fueras tú quien la folla a fondo. Es crudo, es guarro y está de puta madre. A la chica le encanta, gime como una puta y dice: «¡Joder, sí, que me jodan el culo!». Diversión intensa y guarrilla en un motel de mierda.