Mi esposa estaba deseando invitar a la bomba rubia tetona, Anastasia Doll, a un trío salvaje. Esta chica estaba rebosante, con unas tetas enormes y un cuerpo de infarto. Me chupó la polla como una profesional, haciéndome la mejor mamada de mi vida. Mi esposa, una morena guapísima, se unió, y enseguida estábamos follando como locos en la postura del misionero. Fue una noche de placer demencial, con dos tías buenas turnándose en mi polla. ¡Una locura!