Una novia rubia, hambrienta y amante de las pollas, está deseando que llegue la luna de miel. Se escapa de la fiesta nupcial, le come la polla al novio en un callejón y le hace una mamada amateur espectacular. Se abre de piernas y recibe una brutal penetración anal, aún con el velo puesto. El novio le echa una corrida enorme por toda la cara, chorreando por el velo. ¡Menudo regalo de boda!