El conductor me mete su polla monstruosa en la garganta, una mamada brutal que da inicio a nuestro festín de sexo amateur. Cabalgo esa polla, a pelo y con fuerza, antes de que me doble para una brutal penetración a cuatro patas. Polvo interracial en su máxima expresión, nos volteamos y follamos por todo el asiento trasero, con mi coño completamente lleno hasta que se da la vuelta sobre mi culo para un final cremoso.