La maldita noche del baile de graduación me trajo un recuerdo inolvidable: un polvo salvaje con mi antigua compañera de clase, una morena amateur espectacular. Me chupó la polla como una profesional, haciéndome una mamada descuidada que me dejó a punto de reventar. Luego, esta zorra se montó encima, cabalgándome la polla como una campeona. Sus sensuales gemidos llenaron la habitación, convirtiéndola en una noche inolvidable.