Después de una larga noche de fiesta, pedí un Uber para volver a casa, borracho. La conductora era una milf cachonda con un culo enorme. Era una amateur guapa, claramente aficionada al sexo interracial. Empezamos a charlar, y admitió que le encantaba hacer mamadas. Una cosa llevó a la otra, y antes de que me diera cuenta, me estaba chupando la polla como una profesional. Me follé su culo apretado en el asiento trasero, lo que le valió una calificación de cinco estrellas. Fue un viaje salvaje y alocado que no olvidaré.