La lujuria me consumía, no podía esperar. Agarré a mi marido y a mi novio, arrastrándolos a la habitación. Yo era su esposa guarrilla, desesperada por un buen polvo. Caí de rodillas, haciéndoles a ambos una mamada húmeda, turnándonos para llenarme la boca. La hora amateur había terminado, necesitaba esas pollas dentro de mí. Cabalgué una mientras chupaba la otra, y luego me follaron las dos a la vez. Una puta esposa caliente en acción, gritaba, corriendo como un tren. Doble penetración y disfrutándola, este era mi tipo de porno amateur raro.
14:00
21:40
19:42
14:58
15:27