El coño de Eliza Ibarra rebosa como una fuente, cabalgando pollas como una profesional. Es una pequeña traviesa, follando mientras su tetona madrastra, Rebecca Jane Smyth, no está. Sus grandes y naturales tetas rebotan, gime, perdida en el placer. De repente, Rebecca regresa, llamando, interrumpiendo. La sesión de comida de coño de Eliza se convierte en un juego de las escondidas. Cada vez que Rebecca se va, Eliza vuelve a esa polla, con su coño de 18 años hambriento de más polla de realidad.