Al encontrar a mi hijastro montándosela a su novia rubia en mi sala, me enfurecí. Eso fue hasta que ella me miró con esos ojos de "fóllame", montándolo a lo vaquera. No pude resistirme, y pronto estábamos en un trío apasionado, pasando de la postura del perrito al misionero, llenándolo todo.