¡Joder, qué viaje! Me encontré con Dora, la sexy morena tatuada, a mitad de camino en nuestra escapada universitaria. Llevaba ese top rojo transparente, pidiendo a gritos que la cogiera. Encontramos un sitio apartado, y ¡joder!, era una profesional de rodillas, tragándome la polla como una campeona. Luego llegó la hora del misionero, follándola como si no hubiera un mañana. Sus tatuajes sensuales y su boca ansiosa son una combinación que no olvidaré. El festival universitario completo al aire libre.