En un hotel de lujo, una esposa cachonda con medias y pantimedias está harta de su vida aburrida. Anhela algo de emoción, algo salvaje. Su mirada se posa en el camarero bien dotado que atiende el servicio de habitaciones. Llega a un acuerdo: dinero por un polvo, sin compromiso. El camarero aficionado está impactado, pero excitado por esta esposa traviesa. Él accede, y ella no pierde el tiempo, envolviendo sus labios alrededor de su gruesa polla, haciéndole la mamada de su vida.