Una perra gigante anhela una polla para cenar
Una giganta hambrienta anhela más que comida. Le encantan los ASMR espeluznantes y le encantan los sonidos de su presa retorciéndose entre sus labios gigantes. Esto no es solo vore, es el paraíso del fetiche bucal. Es una giganta con gusto por los hombres pequeños, y su enorme cuerpo es un paraíso de proporciones gigantes. Escucha su susurro, siente su aliento caliente mientras se lame los labios, lista para devorar a su próxima víctima. Es una maldita diosa, y tú eres solo su próximo bocado.
