Un gamer intenta disfrutar de sus videojuegos, pero su hermanastra, hambrienta de polla, no deja de distraerlo. Anhela su polla, y él está al límite. De repente, ella se la traga como una estrella porno amateur, moviéndose a lo vaquera, y luego agachándose a lo perrito, gimiendo y recibiendo esa polla en la que no podía dejar de pensar.