A la universitaria Jill Taylor le encantan las pollas más que estudiar. En su dormitorio, le hace una garganta profunda a su amigo amateur, metiéndole la polla como una profesional. Rubia y cachonda, lo cabalga con fuerza y luego se la mete a cuatro patas. Gimiendo y suplicando, termina con la boca llena de semen.