Esta morenaza cachonda no se cansa de esa polla. No solo la chupa, sino que la adora, atragantándose con ella como si fuera la última polla del mundo. Sus sensuales gemidos vibran en su garganta, haciéndola sentir increíble. No solo se la chupa, sino que se la folla con la boca, metiéndola hasta el fondo, con los ojos llorosos y la saliva goteando. Él la agarra del pelo, la atrae hacia sí, y a ella le encanta. Su cuerpo tiembla, su coño se estremece al alcanzar el clímax, el orgasmo la recorre por completo. Justo cuando se corre, él se corre, disparando chorros de semen caliente por su ansiosa garganta. Ella se lo traga todo, lamiéndose los labios para más, una auténtica reina del facial.