Kristee Lixx, una tetona viajera en el tiempo, se encuentra en los años 70, con la luz de la discoteca, ansiosa por un polvazo retro. Ve a un semental negro bien dotado al otro lado de la pista, con un bulto imposible de pasar por alto en esos pantalones ajustados. Con paso firme, se acerca, lista para disfrutar de su frenética experiencia interracial. Él tiene un afro así de grande, ella una libido así de grande, la pareja perfecta para el porno disco. De vuelta en su casa, ella le quita la ropa retro, revelando su enorme polla negra. Él la folla con fuerza, su carne oscura desaparece dentro de su rosada para complacer cada centímetro del palpitante coño del viajero del tiempo.