Dijo que iba a clase, pero esta amateur morena tatuada tenía otros planes. Dejando los libros a un lado, me encontró en un motel barato, con ganas de hacerme una mamada húmeda. Se atragantó con mi polla, hambrienta de más, demostrando que no era ninguna novata. Esta chica tatuada sabía follar como una profesional, lo que me hizo preguntarme qué otras mentiras habría dicho solo para que la follaran.